No hace muchos días, recordando conciertos del pasado con mi señora, le estuve comentando sobre un concierto que me impactó. La cosa fue en 1.987, año en el cual, el que aquí suscribe, pudo asistir a docenas, docenas y más docenas de eventos de este tipo.
Por Barcelona, al igual que en muchísimos otros puntos de la geografía mundial, se subieron al escenario infinidad de artistas para exponer en ellos sus últimos trabajos discográficos. Yo creo, y mirando hacia atrás, que ese año fue el más prolífico a este respecto: Todos andaban de gira, y dentro de ellos, el grandísimo David Bowie, que aprovechó la ocasión para incluir a España por primera vez en alguna de sus giras, en su...
GLASS SPIDER TOUR
Antes de aparecer por la ciudad condal para ofrecernos 2 conciertos (7 y 8 de Julio), este camaleónico británico dio un recital en Madrid, en el estadio Vicente Calderón, evento del cual creo recordar que los críticos no lo dejaron muy bien parado: Problemas vocales, bla, bla, bla. Pero... ¿Qué queréis que os diga, Ochenteros de mis Almas?... Al menda lerenda, hoy en día, le sigue pareciendo uno de los conciertos más impresionantes e impactantes que ha presenciado (y no son pocos, no), y sin miedo a equivocarme, casi, casi diría que de la misma forma para el resto de los asistentes al evento.
¿Lugar?... El Mini Estadi de F.C.Barcelona. ¿Fecha?... El 7 de Julio de 1.987... ¿Hora?... Las 6 de la tarde... Muchísimo calor, pero soportable... ¿Impaciencia?, toda la del mundo, y no solamente por el concierto de Bowie, sino también por los teloneros: Aviador Dro y The Stranglers... Los Tecnopoperos liderados por Servando Carballar empezaron a actuar sobre las 21:00 h., para posteriormente dar paso al Rock de The Stranglers (¡¡¡Cómo salté con "No More Heroes"!!!), todo ello en la antesala de lo que a posteriori sería el gran colofón del festival: La gran actuación del Duque Blanco.
Serían sobre las 23:00 cuando éste hizo acto de presencia en el escenario, sentado en una gran butaca en forma de trono, estableciendo una hipotética conversación telefónica y comenzando lo que a la postre iba a ser uno de los espectáculos en directo que más he disfrutado.
El escenario no era una joya de la escenografía, el sonido no era el mejor que se podía ofrecer, el Set-List tampoco, dado el gran abanico de temazos que posee Bowie y las críticas no eran las mejores, pero, ¿qué le vamos a hacer?, esa gira estaba estudiada y creada para la presentación de un disco, el "Never Let Me Down", que para muchos es donde empieza el ocaso del británico. Pero para mi, toda esta amalgama de circunstancias, no hizo más que alimentar mi deseo, que en esos momentos lo estaba viendo realizado: Ver a David Bowie en directo.
Arropado por un excelente grupo de músicos, capitaneados por el gran Peter Frampton a la guitarra, y acompañado por un quinteto de bailarines, la tarea de Bowie era que todos y cuantos estábamos ahí cuestionásemos severamente toda la crítica negativa en torno a su Show... ¡¡¡Y vaya si lo hizo!!!...
Era una buenísima actuación hasta que llegó "Scary Monsters (and Super Creeps)", como 7º u 8º tema del Set-List (puede que la memoria me traicione en cuanto al orden de las canciones), y convirtió el evento en algo sublime: Una voz potente y una batalla de grandes guitarristas entre Frampton y Carlos Alomar (el tercero en discordia), fueron los culpables de que aún, a día de hoy, cuando el recuerdo va rebotando de lado a lado por mi cabezón, se me erice la piel por completo. Impresionante.
A riesgo de equivocarme, yo diría que los únicos temas del disco que promocionaba la gira que no se tocaron en ella fueron "Too Dizzy" y "Shining Star (Makin' my Love)", destacando poderosamente "Time Will Crawl" (donde Bowie aprovechó para presentarnos a toda su formación de músicos), "Day-in, Day-out" (Temazo con el que abre el concierto, después de la Intro con el "Glass Spider"), un más que contundente "Bang Bang" y el tema que da nombre al disco, "Never let me Down".
Siendo "Heroes" y "Fame" unos de los pocos guiños que da a su vida musical anterior a la de la década de los 80's, en este concierto nos mostró un extenso catálogo de temazos Ochenteros que, pese a quien le pese (lo digo por los seguidores más apolillados), son parte importante de su biografía musical: "China Girl", "Let's Dance", "Modern Love", "Fashion", "Blue Jean", etc.
Y salí de ahí, una vez finalizó todo, con una mezcla extraña de sentimientos: Tristeza, porque había terminado; euforia, porque lo vivido lo merecía; también con el convencimiento de que desde ese momento Bowie iba a ser algo más que un simple artista, de esos que me gustaban algunas canciones y que había comenzado su carrera bastantes años atrás.
Su influencia sobre los demás (público y otros artistas), empezó mucho antes, sí, pero algo que tengo muy claro es que también, David Bowie y la Década de los 80's son un binomio inseparable.
Veraniegos Saludos Ochenteros.