A "Sacco" con Barry Manilow

Juro y perjuro que no lo hago a propósito. ¡Que no!... Pero sí, es cierto, que últimamente solo se me ocurre hablar de personajes ridículos (1 y 2), y como dicen que no hay dos sin tres, hoy le ha tocado (indirectamente, pero si, por cutre y peñazo) al Señor...

BARRY MANILOW

Digamos que esto viene a raiz de haber leido en la web de "20 Minutos" la siguiente noticia:

"Castiga a los ruidosos a escuchar una hora de música que no les guste a todo volumen"

En definitiva, se trata de un Juez (Paul Sacco), el cual ejerce su labor en la estadounidense población de Fort Lupton (Colorado), que como medida correccional hacia los "ruidosos" y en ejercicio de su labor, no se le ha ocurrido otra cosa que infligir un castigo, que a mi se me antoja como bastante cruel, al muy contumaz... ¿Que digo bastante...?, muy, muy, muy cruel: ¡¡¡Escuchar una hora de "música" de Barry Manilow (Ochentero Contrastado)!!!...

Y el caso es que la medida funciona, ya que desde que la aplica, apenas hay reincidentes... ¡¡¡Coññño!!!... ¡¡¡No me extraña!!!... Si es que con una hora de música del interfecto este terminas hastiado de por vida, vamos que si es por música, a partir de ese momento evitas incluso que suenen unas pocas notas hasta en tu mismísimo funeral.

Pero... ¿Tan malo es este buen hombre? (Manilow, no el Juez que ya está constatado que si, dada su feroz crueldad)... Ya no es cuestión de que sea malo o bueno, ya que para gustos...... Lo que ocurre es que es de ese tipo de artistas, que no sabes el por qué, pero les sale una carrera redonda sin demostrar un solo ápice de talento, al margen, de ser de esos que duermen hasta a los borregos (él, The Carpenters, Neil Sedaka, Leo Sayer, etc, etc, etc). Un tostón en toda regla, vaya.

Y es que es oirlo, y os aseguro que se me agarrotan todos los músculos, tanto, que ni el mismísimo Herófilo de Calcedonia daría con la formula para "desfacer el entuerto". Calladito, calladito estaría yo en Fort Lupton, ya lo creo.

Pero claro, desde aquí, me gustaría mandar un escrito al Sr. Sacco que, lejos de intentar discutir su labor en los juzgados (¡¡¡Dios me libre!!!), ponga de manifiesto mi total censura ante tal grave abuso de su poder, sobre el cual debería caer todo el peso de la autoridad de las mas altas esferas gubernamentales y de los defensores de los derechos humanos (¡¡¡Barry Manilow... Por Dios!!!):

"Estimado Sr. Sacco:

Desde el fondo de mi lenguaje mas "cañí", ¡¡¡se ha "pasao" usted tres pueblos, señoría!!!. Está muy bien de que desde su figura de Juez, ejerza su labor con el máximo celo posible, por supuesto, pero una cosa es eso, y otra es infligir torturas tales como esa, que dicho sea de paso, deja a la altura del salto de la comba las mismísimas torturas chinas.

Puede usted condenar a los ruidosos a, no sé, ¿recibir corrientes eléctricas en sus respectivos escrotos?, ¿colgarse pinzas metálicas en los pezones?, ¿correrse una juerga con Camilo Sesto?... De verdad, buen hombre, que se me ocurren infinidad de posibles trastadas a la integridad humana, pero ninguna como la que su perversa mente ha elucubrado.

Lamentablemente no está en mi mano el poder indultar a las personas que usted a condenado a escuchar una hora de música del Sr. Manilow, no, pero apelando a su sentido de la indulgencia quisiera pedirle encarecidamente que reconsiderara su postura y que pensara en otras medidas no tan crueles. ¿Le parecería bien una hora de chistes contados por Arguiñano?... No sé, era solo una idea, si bien también cruel, no tanto como la suya.

Muy atentamente... "

Medida desproporcionada donde las haya, no os quepa la menor duda... Pero hablando de dudas, ahora hay una que me invade... ¿Será realmente así de cruel este buen señor, o tal vez se trata de un cachondo mental que solamente intenta plasmar en su profesión su extremo humor negro?... ¿Que opinais al respecto?.

Jurisprudentes Abrazos Ochenteros.