jueves, 10 de abril de 2008

Ladies & Gentlemen... ¡El Walkman!

¡El Walkman!, ¡Que gran invento!. En realidad, su denominación debería ser “Aparato reproductor de cintas de cassette portátil, con o sin sintonizador de radio”, pero claro, al ser Sony, el imperio japonés de la electrónica, quién lo comercializara por primera vez bajo el nombre registrado de Walkman, después, fuese de la marca que fuese el aparato en cuestión, siempre sería un Walkman. Luego, años mas tarde, al ser un producto lo suficientemente difundido como para llegar a todos los sectores de público, fue adoptando otras denominaciones: Er Guarman, Loj Gualmang o bien Loh cacharro esoh pa poné’n la oreja.


Hasta entonces, habían habido pocos aparatos o sistemas de audio portátiles que de alguna manera se le asemejaran. La ventaja, es que al existir ya la cinta de cassette, se pudo elaborar un dispositivo acorde con el tamaño del soporte magnético. Anteriormente, hubo un rudimentario sistema, el Comediscos, que consistía en un pequeñísimo giradiscos cerrado herméticamente casi en su totalidad (excepto en la parte superior, que era donde se introducía el disco, Single siempre, a reproducir), y que exteriormente solamente disponía de un altavoz, de un potenciómetro para el volumen que sin darte cuenta se te quedaba en la mano y una correa con la cual lo podías llevar sujeto al hombro. Pero el invento, al no terminar de asentarse en el mercado, desapareció tal y como había llegado. Era lógico, era incómodo, impersonal y no tenía demasiada buena calidad de sonido.


La aparición y éxito posterior del Walkman, fueron también las claves para la reactivación de otro tipo de productos como las cintas vírgenes de cassette, pilas o baterías recargables, auriculares, y por supuesto también se vio afectada la distribución de discos en formato cassette, la cual creció notablemente.

Su objetivo, sin duda, era la de ofrecer al usuario final una discreción total a la hora de escuchar música, versatilidad de colocación (lo cual generaba multitud de situaciones en las cuales poder usarlo), el menor tamaño posible, y todo ello, siempre, con la mayor calidad de sonido posible. Mirado también desde la vertiente de la publicidad, dentro del concepto de producto, siempre se habían intentado plasmar las ideas de libertad e independencia. En definitiva, podemos considerar que, si bien no fue el pionero dentro de la industria de elementos de audio portátil, fue el elemento clave para el despegue en el mercado de este tipo de productos.

Como prestaciones básicas, siempre nos ofrecía la posibilidad de reproducir cintas de cassette, pero luego, según las necesidades podíamos exigirle otras, como el sintonizador de radio o la grabadora de voz, adaptando en este ultimo caso y en casi todas las ocasiones, un altavoz externo. Otro de los avances que nos ofreció a lo largo de los años de su existencia, fue el sistema “Auto-reverse”, el cual consistía, en que la cinta podía ir cambiando de cara, sin necesidad de tener que extraerla del dispositivo para darle la vuelta.


Unos años después de su aparición, y con la irrupción del Compact Disc Portátil (apodado también por Sony como Discman, o posteriormente como CD Walkman) en el mercado, fue quedando relegado hasta su desaparición., si bien, su sustituto, tuvo mucha menor vida en el mercado si cabe; por decirlo de algún modo, y aunque su calidad de sonido era superior, dado que lo que reproducíamos eran discos compactos, no era tan versátil como su antecesor, ya que el tamaño siempre era superior.

Con el tiempo, se han ido desarrollando otros dispositivos, como los aparatos de radio portátiles (que hoy en día todavía siguen subsistiendo), el Reproductor de Mp3 (ya con fecha de caducidad) y el Reproductor de Mp4 (estos últimos cada vez con mayor capacidad de almacenaje), Teléfonos Móviles y PDA’s con capacidad de reproducción de archivos de audio, y ¿Quién sabe lo que vendrá a posteriori?, pero con lo rápido que avanza todo, podemos irnos preparando.

2 comentarios:

Mephisto dijo...

Que grandes recuerdos y problemas que tuve con mi walkman de Sony. Hay que ver como se me enganchaban las cintas y la paciencia que tenía uno enroscándolas después con un bolígrafo Bic o enganchándolas (en el peor de los casos) con un trozo de celo, sabiendo que cada vez que ibas a reproducir la mejor canción de esas cintas (ley de Murphy) tendrías que oir ese ruido insoportable e infernal que, sin remedio, dolía en lo más profundo del alma. Muy buen post! Ánimo y un saludo!!

Unknown dijo...

Bienvenido a esta casa, compañero Mephisto. Esto está todavía inacabado, ya que no me convence ni el diseño, ni la portada,etc, o sea, que habrán cambios. Piano, piano...

Pues si, es que si hablo de los 80's, tengo que hablar de este entrañable aparatito que, solo dios sabe, la cantidad de dinero que se nos llevó a todos en pilas.

Precisamente, ese fue uno de los motivos por los cuales lo enterrara prematuramente en su día; cuando salió al mercado el primer Mini Disc (Sony MZ-1), jubilé el Walkman, pero lo que es curioso, es que todavía conservo cintas que usaba en el cacharro. Supongo que es uno de mis muchos arrebatos de Fetichismo Audio Electrónico que tengo.

Saludos, y gracias de nuevo por tu participación.