domingo, 7 de abril de 2013

DEPECHE MODE - DELTA MACHINE

Hace unas cuantas semanas, cuando Delta Machine no era más que una amalgama de suposiciones y deseos musicales, casi, casi, casi habría apostado uno de los ocho dedos de cada una de mis diez manos que el resultado final de este esperadísimo trabajo de Depeche Mode bien hubiera podido estar firmado por una formación denominada algo así como “VCMG & The Soulsavers”, o bien, “Vince Clarke & The Soulsavers”, debido a las influencias que hubieran podido tomar prestadas de las colaboraciones de Martin Gore con Vince Clarke y de Dave Gahan con  Soulsavers.
 
 
Nada más lejos de la realidad, y es que mis pensamientos y augurios catastróficos, debidos a sus últimos trabajos, me impedían tener fe, esa de la que ellos tantas veces nos han hablado en sus canciones, al respecto del trabajo que nos iban a presentar.
 
Hay tantas y tantas cosas a destacar en él…………..
 
 
Para empezar, la voz del Sr. Gahan. Brutal e impresionante sin ningún género de duda. Se nos presenta como un auténtico catálogo de giros y estilos vocales impecables y como el verdadero elemento sorpresa del disco ya que, si bien ya estamos acostumbrados a su progresión vocal, aquí nos demuestra que su capacidad evolutiva y perfeccionista no tiene límite.
 
No es solamente el Front Man, no es solamente el cantante, sino que es el complemento perfecto, ahora más que nunca, a un conjunto de melodías heterogéneas pero nada caóticas, al contrario que en otros trabajos, y más que correctas en cuanto al enfoque final del disco.
 
En su haber, además, está el ser compositor, junto con Kurt Uenala, de unas de las grandes joyas de este trabajo: Broken y Should Be Higher. Siendo además para el que suscribe, dos de los mejores cortes registrados en el disco.
 
Martin Gore, más que proponernos en Delta Machine una colección de ataques indiscriminados a base de elementos de electrónica musical analógica, como yo imaginaba (¡¡¡pero mira que llegas a ser tarugo a veces!!!), nos sumerge en un montón de laberintos acústicos con recorridos inesperados y finales insospechados.
 
Por mucho que digan ciertas críticas, mi sensación es que después de tantos años su capacidad creativa todavía juega con grandes elementos sorpresa y, sintiéndolo mucho por sus detractores, cuenta con tanta o más frescura que al principio de su carrera musical.
 
En esta última entrega hace que Depeche Mode suene a muchas cosas, incluso, al escucharlo de principio a fin establezco ciertas similitudes o evoco anteriores trabajos, incluso casi los más lejanos en el tiempo, que hacen que encuentre totalmente recuperada la esencia de la formación, dejada algo de lado en más o menos recientes épocas pasadas.
 
Deja la vertiente rockera de lado, muy a mi pesar, dirigiendo miradas a unas elegantes y más que correctas fusiones (que no confusiones) de estilos con los que consigue un producto atrevido, lleno de personalidad y como ya he sugerido antes, lo encuentro también lleno de sorprendentes guiños al pasado.
 
Desde hace muchos años, desde que presentaron Ultra, vaya, que no celebraba tanto la salida al mercado de un disco de estos señores. Ni mucho menos es su mejor trabajo, ni es ni será el más emblemático y tampoco ninguno de sus temas lo veo como para posicionarse como uno de los grandes himnos de la formación, pero lo que sí que tengo muy claro es un disco coherente, representativo, notable y que va a ser bien recordado en el futuro por los incontables seguidores del grupo por el buen sabor de boca que nos va a dejar.
 
 
De los 13 temas que componen Delta Machine no creo que fuera capaz de deshacerme de ninguno de ellos a pesar de que, como todo el mundo, tengo mis preferencias. Should Be Higher y Soothe My Soul, seguidos muy de cerca por Goodbye y Broken, son para mi gusto los temas más sobresalientes. Luego podría ir añadiendo Alone, Angel, Slow, Heaven y The Child Inside. Un Welcome To My World del que me sobran unos cuantos segundos iniciales que se me hacen inaguantables, pero con un estribillo y clímax buenísimos, y un Soft Touch/Raw Nerve que a mi modo de ver, gana muchos enteros en directo y en el que en el disco abusan excesivamente de estridencias y monótonas excentricidades electrónicas, seguirían después, terminando con Secret To The End y My Little Universe, como cortes de menos peso pero no por ello desechables.
 
Con Ben Hillier una vez más al frente del equipo de estudio, y con el grupo más metido de lleno que en los últimos trabajos en el proceso creativo, hay que destacar la figura del Sr. Mark Ellis, el gran Flood, que ha vuelto a colaborar muchos años después y que sin duda ha sido uno de los elementos clave en el sonido final del disco.
 
Ahora solo cabe esperar la salida de los siguientes singles y que salgan a la carretera. La gira, y lo digo con todo el convencimiento del mundo, se me antoja como una de las grandes. Ellos ya están curtidos en estos quehaceres y, con las sensaciones que nos han transmitido en las dos presentaciones que ha habido del Delta Machine, no me cabe duda de que habrá una buena selección de canciones en el Set List, tanto del actual disco como de pasados trabajos. Prueba de todo ello es que, dejando gustos personales de lado, han trabajado en dar toques nuevos a temas antiguos y han rescatado canciones representativas como Barrel Of A Gun y Only When I Lose Myself, las cuales no creo que sean las únicas sorpresas.
 
En definitiva, un buen disco. En definitiva, Depeche Mode.
 
 
 
 
DEPECHEROS SALUDOS OCHENTEROS
 

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