Un, Dos, Tres, cumpleaños otra vez

El próximo día 24 va a cumplirse el 36º Aniversario de la primera emisión de un programa de TV de los que marcan época. Me estoy refiriendo al famoso "Un, Dos, Tres", si, ese programa concurso que de forma discontinuada, fue santo y seña de los hogares de este país en 4 décadas distintas.

Su creador, guionista y director, Don Narciso "Chicho" Ibáñez Serrador, dió con la fórmula perfecta para que millones de españoles, estuvieramos delante de la TV, durante unas pocas horas de los Viernes por la noche, como diría una apreciada Blogger, Ana (no dejeis de visitar su Blog "Ondulaciones", el cual merece muchísimo la pena), totalmente "Ojipláticos".

Se trataba de un concurso, en el cual y en una primera parte, competían 3 parejas en 3 turnos distintos de preguntas. Durante ese periodo, y gracias a las respuestas que iban dando según fuera el tema, iban acumulando dinero, de forma que quién mas conseguía, era el ganador. La pareja ganadora seguía la semana siguiente y las otras dos, competían en una eliminatoria que consistía en pruebas de lo mas disparatado, con el fin de que los ganadores de ella, pudieran pasar a la Subasta. La pareja perdedora de esta eliminatoria, se iba con lo que hubieran ganado en la tanda de preguntas y generalmente, también con un juego de mesa del programa con el objetivo que gracias a él, fueran el objeto de la envidia del resto de su comunidad de vecinos.

La tercera parte del concurso, la ya dicha Subasta, estaba repleta de "Gags" por parte de artistas del mundo de la canción, de la farándula y humoristas mas o menos contrastados, los cuales, al final de cada una de sus actuaciones, dejaban al o a la presentadora un objeto relacionado con la temática semanal del concurso, portador a la misma vez de una tarjeta con el posible premio que se iban a llevar los concursantes. Cuando el presentador reunía 3 tarjetas, los concursantes debían descartar una y posteriormente, se realizaba otra actuación, portadora de una nueva tarjeta. Esta dinámica se repetía unas cuantas veces, hasta que al final, para discernir cual iba a ser el regalo que se iban a llevar, debían descartar 2 de las 3 últimas tarjetas.

Habían grandísimos premios, otros más o menos normales y otros totalmente absurdos. Podía ser un coche, dos coches, viajes alrededor del mundo o a puntos lejanos, un apartamento (muchos españoles gracias a ello pudieron señalar definitivamente en el mapa la población alicantina de Torrevieja), electrodomésticos, dinero... Pero también podían ser unas botas viejas, unos botes de pintura, unas cuantas docenas de gallinas, o simplemente, la mascota del programa (en la mayor parte del tiempo fue la calabaza "Ruperta"), la cual, en casi todas las ocasiones, era símbolo inequívoco de que no se llevaban nada de nada.

Cada semana, el programa se re-inventaba; una semana estaba dedicado, por ejemplo, al lejano oeste, otra a la época medieval, otra al descubrimiento de América, otra a conmemorar el inicio de alguna de las 4 estaciones, a la navidad, al Imperio Romano, a la antigua Grecia, a las vacaciones, y así, hasta llegar a llenar los varios cientos de emisiones que hubieron.

Estaban los presentadores: Kiko Ledgard al principio, luego vino Mayra Gómez Kemp, mas tarde Miriam Diaz Aroca y Jordi Estadella, ambos en comandita, y ya en las últimas etapas y cuando el programa ya estaba en claro declive, Josep Mª. Bachs y Luis Roderas.


También estaban las "Secretarias": Un grupo de varias chicas, las cuales ejercían como apoyo de los presentadores en varias tareas y en las tres distintas tandas del programa. Para muchas de ellas, el programa representó una verdadera plataforma de lanzamiento para sus posteriores carreras en el mundo del cine, de la Tv, de la radio, del teatro o incluso de la canción; seguro que si recordamos nombres como los de María Abradelo, Agata Lys, Victoria Abril, Silvia Marsó, María Casal, Blanca Estrada, Lidia Bosch, Kim Manning o Paula Vázquez, entre muchas otras, en sus currículums encontraremos que todo aquello fue uno de sus puntos de partida para posteriores actividades dentro del mundo del espectáculo.

Había una serie de personajes conocidos, fijos en el programa, los cuales interpretaban siempre los mismos papeles pasando a ser parte caracterísitica de él: Las Hermanas Hurtado y durante una pequeña época varias componentes del grupo teatral "La Cubana" (Las Tacañonas), Juan Tamariz (Don Estrecho), Paco Cecilio (Don Rácano), etc.

Luego tenemos una casi interminable lista de artistas, que como comentaba antes, se dedicaban a realizar apariciones durante la subasta. Hubieron humoristas (Tricicle, Gila, Magín, Eugenio, Antonio Ozores, La Trinca, José Carabias, Beatriz Carvajal, Arevalo, Martes y Trece, Bigote Arrocet, Fedra Lorente, Torrebruno, Ángel Garó, Juanito Navarro y Simón Cabido, etc), cantantes y grupos musicales (Marta Sánchez, Camilo Sesto, La Orquesta Mondragón, Miguel Rios, Hombres G, Miguel Bosé, etc), deportistas, magos, ventrilocuos, mimos, y un larguísimo etcétera, dentro del cual también cuento a la tal Mª. Jesús. ¡¡¡Si, si, si... Aquella que llevaba un acordeón pegado a su cuerpo entre el pecho y el abdomen, a la cual, el próximo día que esté necesitado de una fuerte descarga de adrenalina le voy a dedicar un tema enterito!!!. Yo creo, que a parte de la de Wagner, su música, es la única que me incita a invadir Francia por los Pirineos yo solito.

Y por supuesto, las mascotas. Una pequeña legión de muñecos, que en distintas épocas fueron representando parte característica del programa. Con la calabaza "Ruperta" a la cabeza ya que fue la que mayor tiempo pasó como tal, le siguieron también la bota "Botilde", el "Chollo", y varias mas que ahora mismo ya ni recuerdo.


Como no, recordar también la sintonía del programa, pegadiza como ella sola, la cual, seguro que todavía va rebotando por las mentes de las personas que en mayor o menor medida éramos televidentes durante las distintas épocas del programa.

En definitiva, fue un gran programa, que iniciado en 1.972 y teniendo su máximo apogeo durante la década de los 80's, perdura en nuestra memoria por su innovación, frescura, entretenimiento y sobretodo por habernos presentado un gran abanico de personajes entrañables y por habernos hecho creer que la cajita esa que disponía de un tubo de rayos catódicos, no era tan tonta como algunos decían.

Saludos.