martes, 15 de abril de 2008

Calor detrás de un micrófono

Si algo impresionó en este país durante la década de los 80’s, fue el despertar artístico y cultural después de un largo letargo motivado por la censura impuesta por el régimen franquista. Evidentemente, dentro de ello también hubo una criba, ya que no todo el mundo que se apuntaba al carro de la creación era válido, muy a pesar de que a priori pareciera que de un día para otro se hubiera dado carta blanca para que cada cual realizara y mostrara al mundo lo que le viniera en gana.

La narrativa, la música, el cine y los medios de comunicación, fueron los máximos exponentes de estos cambios, y en algunas ocasiones varios de estos campos estaban ligados entre ellos.

En 1.986, una novela (como tantísimas otras), empezó a asomar en las librerías y en consecuencia a poblar las estanterías y las mesillas de noche de unos cuantos españoles: “Amorrada al piló” de María Jaén.


Dicha novela, fue piedra angular del descubrimiento de la literatura erótica para muchos españoles, que hasta pocos años antes se les había privado de ello. En ella, se narran las vicisitudes eróticas de una locutora de un programa de radio nocturno, la cual, a caballo entre la ficción y la realidad, debe convertirse en dueña de las ondas en su franja horaria.

María Jaén nos presenta a Marta, la protagonista de la novela, como a una joven locutora de sugestiva voz, la cual rezuma sensualidad en sus palabras y por todos los poros de su piel. Ella domina el arte del erotismo y la desinhibición, lo cual hace que su programa y su vida vayan ampliamente ligados a una serie de acontecimientos. Nos recreó unas situaciones y unos ambientes sugerentes y cálidos, los cuales hicieron que, incluso hasta bastante después de terminar de leer la obra, tuviéramos agudizados nuestros cinco sentidos y viéramos el mundo del erotismo desde una perspectiva que pocas veces nos habían planteado hasta aquel entonces. Sin duda, hizo volar la imaginación de muchas personas que hasta aquel entonces, habían ignorado adrede la materia, o simplemente que no conocían tales posibilidades.

La novela, de la mano del director Antoni Verdaguer, fue llevada a las grandes pantallas en el año 1.987 con el título “L’Escot” (El Escote), con un éxito mas o menos discreto, pero con una fiel descripción de lo que era la novela; no en vano, en la película, pudimos ver como protagonista a una impresionante y exuberante Laura Conti (la brasileña, no la italiana), la cual, caracteriza a Marta de una forma fidedigna y nos hace viajar en todo momento a ese universo de sentidos que ella posee y que no duda transmitir en ningún momento.


A pesar de que hubo cierta publicidad sobre el libro, no creo que hiciera mucha falta. El boca a boca funcionaba, y la gente que compraba la novela, sin duda, la recomendaba. Era el tipo de lectura, que en esa época, empezaba a ser necesaria. Romper tabúes y falsos mitos sobre la sexualidad y el erotismo, eran una apuesta imprescindible para la evolución que estábamos llevando y María Jaén, con su obra, nos da ese pequeño empujoncito que necesitábamos para cerrar un capítulo en el cual se nos había privado de las excelencias de la sensualidad y los sentidos, y para enterrar definitivamente falsas afirmaciones sobre la suciedad y la sordidez en todo ello.

Desde esos momentos, y no solamente gracias a esta obra, fue cuando en este ámbito, la sociedad empezó a cambiar, a quitarse la venda de los ojos y a dejar de pensar en aquello de que tiempos pasados fueron mejores.

4 comentarios:

Ana dijo...

No sabía que fuese tan relevante. A mí me lo hicieron leer en el instituto, aunque parezca increible, y ya nos advirtió la profa que era una novela erótica. Nadie protestó xD
Como ves, los tiempos han cambiado mucho.

Unknown dijo...

Hola Ana...

Relevancia, si, pero en su justa medida.

Por aquel entonces, yo trabajaba en una tienda que estaba dedicada a varios ámbitos del ocio doméstico (electrónica, informática, librería, video-club, discos,...) y te puedo asegurar, que hubo unas cuantas semanas en las cuales era un ir y venir de gente pidiendo esa novela. Lógicamente, por los comentarios de las personas que venían a comprar, llegué a esta serie de conclusiones.

Habían muchos mas factores y mucho mas claros, en los cuales te puedes fijar si la sociedad está cambiando o no, y sin duda, esta novela aportó su pequeño grano de arena a todo ello.

Algo que ayudó, y a modo de anécdota, a que aumentaran sus ventas fue la aparición del libro en un "sketch" de La Trinca en su programa de TV3 "Guaita que fan ara". En él, se veía a una persona con atuendo de pseudo camuflage (gabardina-sombrero-gafas de sol), que entraba a una librería a pedir el libro de María Jaen. Una vez allí, se producían situaciones disparatadas, como es de suponer.

También recuerdo 3 o 4 ocasiones, que en la tienda, nos vinieron personas a comprarlo, pero sin pedirlo de viva voz; te traían el título y la escritora apuntados en un papel y te lo dejaban ahí, encima del mostrador, mientras te preguntaban sobre cualquier otra cosa.

Un abrazo.

Ana dijo...

Muy interesantes las anécdotas, realmente.Sobretodo el disimulo para pedir el libro,por escrito en un papel.

Unknown dijo...

Si, mas o menos como el farmaceutico que vendía preservativos cuando le pedían: - Estoooooooo... Si, quisieraaaaa.... mmmmmmmmmmm.... eeeeeeeeeee........ (secado de sudor frontal) Unooooooooos..... Unas aaaaaspirinas, foooooor pavoooor...........

Saludos.